Morena ha generado un revuelo en la contienda por la alcaldía de León al realizar un cambio inesperado en su lista de candidatos. La exclusión de Bárbara Botello, la exalcaldesa inicialmente anunciada como abanderada, en favor de Vanessa Montes de Oca Mayagoitia, solo deja más dudas sobre la transparencia y coherencia de las decisiones internas del Morena. Montes de Oca, una figura de perfil discreto y proveniente del PRI, no solo carece del reconocimiento público necesario para liderar una campaña electoral exitosa, sino que su historial político sugiere una lealtad cuestionable y una trayectoria marcada por la falta de principios firmes.
La designación de Montes de Oca deja en claro que Morena prefiere las negociaciones oscuras y los acuerdos de conveniencia sobre la verdadera representación ciudadana. Su selección como candidata, a pesar de su falta de experiencia destacada y su pasado priista, plantea serias interrogantes sobre la integridad del proceso interno del partido y la sinceridad de su compromiso con la transformación política que promete. En un momento en que la ciudadanía demanda líderes transparentes y auténticos, la decisión de Morena de optar por una figura tan opaca y cuestionable solo sirve para socavar la confianza en el proceso democrático y profundizar la percepción de que la política sigue siendo un juego de intereses personales en lugar de un verdadero servicio público.