Morena ha llevado a cabo su proceso de selección de candidatos para el Congreso, destacando figuras como Rafael Barajas El Fisgón, Américo Villarreal, José Ramiro (hermano del presidente López Obrador), Jesús Ramírez Cuevas (vocero presidencial) y la actriz Jesusa Rodríguez. Sin embargo, mientras este sorteo pretende garantizar la imparcialidad y la frescura de liderazgos, algunos cuestionamientos surgen debido a la presencia de figuras vinculadas con la vieja política.
Previo al sorteo, Mario Delgado, presidente de Morena, mencionó la existencia de espacios reservados para externos, dejando entrever la posible candidatura de exgobernadores como Alejandro Murat y Eruviel Ávila, mientras se descartaba la postulación de figuras como Alfredo del Mazo y Alejandra del Moral.
El proceso, llevado a cabo con militantes y consejeros nacionales, presentó algunas irregularidades que alargaron la duración del ejercicio y suscitó críticas. Repeticiones de nombres y números inexistentes resaltaron los errores en la selección.
A pesar de la intención de promover liderazgos frescos, la inclusión de figuras con trayectoria en la política tradicional genera dudas sobre la verdadera renovación que promueve Morena. La idea de un sorteo aleatorio se diluye cuando se observa la presencia de nombres con amplio historial político en las listas.
Este episodio pone en entredicho la transparencia y la eficacia del proceso interno de Morena, especialmente en un momento político crucial. La ciudadanía debe estar atenta no solo a los nombres seleccionados, sino también a la integridad de los procesos democráticos dentro de los partidos políticos.
